jueves, 8 de octubre de 2009

LA PLURICULTURALIDAD COMO UN OBSTÁCULO PARA LA INDUSTRIALIZACIÓN DE PAÍSES SUBDESARROLLADOS

A lo largo del tiempo se ha visto como la explotación ha persistido en el mundo, siendo las minorías las más afectadas en este contexto. En la actualidad uno de los factores que afecta el desarrollo es la pluriculturalidad que hay en cada país, a pesar de que hay acuerdos que los defiendan, siempre son las minorías marginadas, explotadas y discriminadas. Fernando Henrique Cardoso nota la opresión de estas masas, y plantea un modelo de desarrollo para países subdesarrollados; utilizando una postura social demócrata, bajo un marco neoliberal, promueve los movimientos sociales y la integración de minorías, para alcanzar el progreso, el desarrollo y la igualdad social.

Cardoso dice que “Los intereses de poder y las alianzas para garantizar la hegemonía de los grupos y factores de clase, internos y externos, han de ser considerados para explicar las situaciones de dominación.” (Cardoso, 1996:165). La pluriculturalidad en los países es controlada por grupos hegemónicos, que se han aliado con el fin de dominar y extender su hegemonía, excluyendo a la diversidad pluricultural, que es parte de los Estados subdesarrollados, debido a su historia política de dominación de ciertos grupos oligarcas que desean mantener su status quo.


Cardoso al analizar este problema, se encontró con que hay una lucha de clases que impiden el progreso de una nación, planteado que debe haber una relación mutua de solidaridad en ambos grupos y que deben aliarse bajo un contexto de intereses dependientes para un desarrollo.


En países pluriculturales subdesarrollados, se hace complicado el hecho de alianzas de interés entre las minorías y los grupos hegemónicos, debido a la opresión y discriminación que se ha mantenido con los años, así como el poco interés de progreso que existe. Sin embargo, Cardoso plantea que se es necesario “La formación de una economía industrial en la periferia, minimiza los efectos de la explotación y busca solidaridad, no solo en las clases dominantes, sino que también en el conjunto de los grupos sociales”. (Cardoso, 1996:164)


Aún persiste la pregunta, ¿Será la pluriculturalidad un obstáculo para esta economía industrial? Para Cardoso, no le parece un impedimento, al contrario dice que “No son los intereses rurales lo que se oponen a los urbanos como expresión de un tipo de dominación económica, al contrario, la especificidad de la situación actual de dependencia está en que los intereses externos radican cada vez más en el sector de producción para el mercado interno. (Cardoso, 1996:164).

Para Cardoso el problema del desarrollo no es la pluriculturalidad, ni las diferencias, ni la explotación interna, sino son las potencias las que explotan, las que discriminan, las que imponen; es por ello que promueve una economía industrial de la periferia, mediante la inclusión de masas, promoviendo los movimientos sociales internos los que logren un impacto e impulsen la industrialización mediante la presión hacia las élites. Las masas urbanas movilizadas por la industrialización al nuevo esquema de poder; masas que impulsaran la participación política relativamente limitada y basada en una estructura sindical” (Cardoso, 1996:117)

Aunque para Cardoso el problema no es pluriculturalidad, sino el papel que cumplen las potencias, a mi parecer si lo es, debido a la falta de identidad, los problemas sociales, la discriminación de minorías hacia las mayorías. El poco respeto que se maneja hacia sus creencias, cultura, idioma, el límite de acceso a la educación, salud, servicios básicos en general.

Para que haya una industrialización, primero se deben aplicar las políticas públicas de una forma eficiente, ofrecer el acceso de oportunidades de forma imparcial, no solo por tratados sino en hechos. Por otro lado, se debe aumentar la cobertura de educación, salud, empleos, seguridad y disminuir la pobreza; de esta forma las masas minoritarias se verían atraídas por una industrialización, por formar movimientos políticos que impulsen su desarrollo, participarían activamente en la política, opinarían y propondrían sin temor a ser callados.

Sería una motivación para las minorías si ven un progreso en la sociedad, a favor de ellos y actuarían por mejorarlo. Pero no se puede pensar en una industrialización sino hay acción con problemas centrales de exclusión y discriminación. No hay integración si no hay un consenso entre intereses por ambas partes, por lo que la ideología de Cardoso no es aplicable en todos los países subdesarrollados, en mi opinión.

Bibliografía

Cardoso, F.H., Faletto, Enzo. Dependencia y Desarrollo en America Latina. México: Sigo veintiuno editores. 1996.

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